Cuando pienso en el estilo rústico para cocinas, las opciones de materiales me llevan directo a dos candidatos: el cuarzo y el granito. Ambas piedras tienen su encanto, pero escoger la adecuada depende mucho de lo que tú busques.
El cuarzo, siendo una piedra compuesta de aproximadamente un 94% de piedra natural y un 6% de resina y pigmentos, ofrece una variedad de colores impresionantes. Esto es gracias a que se puede manipular durante su fabricación para alcanzar el tono exacto que estás buscando. Por ejemplo, si quieres un color específico que complemente tus vigas de madera antigua, el cuarzo podría ser la respuesta. Además, se destaca por su durabilidad; a diferencia del granito, el cuarzo no requiere sellado, lo que significa menos mantenimiento. En términos de precio, los costos pueden variar, pero en promedio, el cuarzo puede estar entre los 70 y 150 euros por metro cuadrado.
Por otro lado, el granito es 100% natural. Cada plancha tiene una personalidad única que difícilmente se puede imitar. Esta singularidad es perfecta si tu cocina busca reflejar un sentido de la tierra y lo natural. En términos de resistencia al calor y a los arañazos, el granito es extremadamente robusto. Un punto a tener en cuenta, eso sí, es su porosidad. Necesita ser sellado cada uno o dos años para evitar manchas y bacterias, lo que supone un gasto adicional en mantenimiento. Sin embargo, muchos propietarios consideran este esfuerzo como parte del encanto de tener un material tan auténtico en sus hogares.
Si miramos los costos de instalación, el granito a veces puede ser más asequible que el cuarzo, especialmente si encuentras una plancha que se ajuste a tus necesidades sin mucho desperdicio. En mercados locales, algunas opciones de granito pueden empezar en torno a los 50 euros por metro cuadrado. No obstante, las opciones más exóticas o exclusivas pueden superar fácilmente los 200 euros.
Entonces, ¿cuál es mejor para una cocina rústica? Todo se reduce a tus prioridades. Si te fascina la estética natural y única del granito y no te importa el mantenimiento, podría ser tu elección perfecta. Si, en cambio, prefieres una opción de bajo mantenimiento y una amplia gama de colores, el cuarzo podría ser el indicado para ti.